Con más de 30 jornadas de restricciones al tráfico se saldó 2017 en ciudades como Madrid y Valladolid, donde los episodios de alta contaminación se multiplicaron debido a la escasez de lluvias durante el año. Sin embargo, estos niveles de contaminación no solo son provocados por la ausencia de precipitaciones o el crecimiento exponencial del tráfico rodado, sino también por el elevado número de viviendas ´depredadoras de energía´.
Más de la mitad de los edificios de España tienen más de 40 años, no se ajustan a ninguna reglamentación sobre condiciones térmicas y energéticas adecuadas para la habitabilidad y, por tanto, carecen de un aislamiento térmico apropiado, lo que les convierte en ´depredadores de energía´, según la última guía editada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía y la Asociación Nacional de Fabricantes de Materias Aislantes.
En este sentido, no es de extrañar que de la última actualización de la estrategia española para la rehabilitación energética de edificios se desprenda que cerca de un tercio de las emisiones contaminantes lanzadas a la atmósfera proceden del consumo de energía en hogares y edificios.
Comentarios
Publicar un comentario