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Instalación Suelo Radiante


Esta semana en Isidro Moleón, os mostramos un sistema alternativo de climatización por suelo radiante, que hemos ejecutado en una de nuestras viviendas.




Los sistemas de climatización por suelo radiante basan su funcionamiento en una red de tuberías plásticas que, instalada bajo el pavimento y de una capa de mortero, hace circular agua caliente –o fría- por toda la superficie, lo que provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo. En el caso de la calefacción, esto hace que la temperatura del aire a la altura de los pies sea algo superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza, mejorando la sensación de confort.


La calefacción por suelo radiante es un sistema que todavía se considera novedoso en nuestro país -aunque lleva ya años utilizándose- y cuya instalación conlleva numerosas ventajas aunque como todo, también algunos inconvenientes. Como siempre, a la hora de decantarnos por un tipo de instalación, deberemos sopesar las ventajas y los inconvenientes del suelo radiante para saber si es el sistema que mejor se adapta a nuestras necesidades de confort. Desde este post, te presentamos algunas de las ventajas de la calefacción por suelo radiante:

Elevado Rendimiento

Gracias a que los circuitos que transportan el agua son muy delgados, de entre 6 y 10 mm, el caudal a mover es mínimo. La cantidad de energía necesaria para calentarlo o enfriarlo también lo será, y encima las temperaturas a las que opera son bajas (entre 30 y 45 grados), por eso es un sistema muy eficiente.

Bajo consumo

Como hemos comentado, los sistemas de suelo radiante funcionan con un circuito de agua a baja temperatura (30-45º) frente a los sistemas tradicionales que necesitan mayores temperaturas de impulsión (80-85º). Al tratarse de un sistema de baja temperatura, se consiguen grandes ahorros combinándolo con sistemas de generación de calor eficientes como la aerotermia, la geotermia, calderas de baja temperatura o condensación, y energía solar térmica. Por ello, el uso de suelo radiante consume entre un 10% y un 20% menos en relación a otros sistemas de calefacción convencional.

Uso de energías renovables

Al tratarse del sistema de calefacción que emplea la temperatura de impulsión de agua más baja (entre 30 y 45º) generalmente utiliza para su funcionamiento fuentes de energía renovables, como son la aerotermia o la geotermia a través de la bomba de calor o la energía solar térmica a través de sistemas híbridos. Esto lo convierte en uno de los sistemas de calefacción más respetuosos con el medio ambiente.

Deja el espacio libre de elementos calefactores

Al estar instalado el sistema bajo suelo o tras paredes y techos, nos olvidamos de colocar elementos en las paredes como radiadores o convectores. Tan sólo se deberá tener en cuenta la colocación de un armario para los colectores hidráulicos (similar a un armario de luces) en la pared. El espacio habitable queda de esta forma totalmente libre y despejado dejando total libertad para el diseño de interiores.

Opción de enfriamiento

A principios de los noventa apareció en el mercado la aplicación de sistemas de superficies radiantes como sistemas de enfriamiento, que consisten en hacer circular agua fría por las tuberías embutidas.

La posibilidad de usar la misma red de tuberías dentro del pavimento para calefacción y refrigeración radiante hace que este sistema de climatización sea cada vez más interesante en su selección.

Sensación de confort

La temperatura del aire cercano al suelo será ligeramente superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza. Y el calor se reparte de forma uniforme por toda la casa, y no se acumula en zonas puntuales como en los radiadores o en el techo en el caso de sistemas por aire. Al no producirse corrientes de aire se reduce el polvo, no produce sequedad y la baja humedad consigue evitar la aparición de ácaros.


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