Las carpinterías utilizadas en edificios pasivos tienen muy
baja transmitancia térmica.
Por ello las carpinterías passivhaus deben tener unas
cualidades que una carpintería tradicional no tienen, para responder a estas
necesidades de ahorro energético y de transmitancia térmica.
El Passivhaus Institut certifica las ventanas de los fabricantes
que demuestran cumplir todos los requisitos, les otorga un sello de componente
certificado, y los publica en una lista actualizada. Cualquier otra ventana “no
certificada”, deberá cumplir y justificar los valores exigibles para formar
parte de un proyecto passivhaus.
Este es un ejemplo de ficha de componente certificado Passivhaus:
¿Cómo lo consiguen?
Combinan un vidrio muy eficiente con una o dos cámaras.
Una cámara entre vidrios a menudo optimizada con el empleo
de gases como el Argón o el Kriptón.
Minimizan las pérdidas de calor controlando el puente
térmico que existe entre el cristal y el marco, colocando un separador
eficiente de baja conductividad, normalmente en plástico en lugar del habitual
metálico.
El marco es altamente aislante gracias al empleo de cámaras
y membranas de rotura de puente térmico.
La instalación sobre el muro se optimiza y se cuida al
detalle para minimizar también el posible puente térmico e instalando membranas
precomprimidas para conseguir la estanqueidad al aire.
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